26 nov 2009

Recopilación


Fotografia: Jhon Peter Wilkin







Cancion: Corte porteño
Autor: Walter Giardino





Este post es para hacer una recopilación de algunos poemas que he escrito y que en lo personal me han gustado bastante, también es una excusa para actualizar el blog sin subir material nuevo porque no he terminado nada últimamente ja ja ja, en fin ojala y les guste y si ya habían leído algunos de ellos pues espero y que les vuelvan a gustar ^_^, y si nunca les gustaron ps jodanse ja ja ja.

La Princesa Pérdida
Por: Manuel Jesrrel Martínez rivera


Libre, brillante, y desquiciada Cual hojarasca en la hondonada Gritas y lloras, en ecos rasgados de tu alma condenada.

Me envuelvo en sensaciones de consuelo y palabras sin fundamento La realidad da un vuelco, perdida en acertijos, que vuelven el sinsentido mi único consorte, en un viaje por miles recorrido y por ninguno comprendido.

Miras atreves de cristales brillantes, de colores cambiantes envueltos en el llanto de recuerdos vivos en la estela del presente y del mañana, miras a sombras perdidas hace tiempo ya marchitas, miras ,pero no ves, miras desde el balcón en la cornisa de tus pesares.

Baja, te invito, el sol brilla tranquilo para aquel que desea recibir su brillo, desempaña esas gemas del alma, malbaratadas por la suerte del infame, baja y acompaña mi alma, mira al fin princesa perdida, y con suerte, tal vez me mires a mi.


El canto de las Hadas
Autor: Manuel Jesrrel Martínez Rivera


El ayer descansa postrado tras de ojos cansados, fijos en
el orgullo de las eras y el azote del tiempo.

¿A dónde se ha ido el canto de las Hadas?
Cantan presas del delirio de un mundo que las ha olvidado, bajo sonrisas
trasmutadas en gestos incoloros, y la justicia de los pocos.

Cantan voces perdidas, la sonata del ayer, de rostros olvidados y luces extinguidas bajo el halo del ignorante y egoísta, cantan, cantan de esperanzas, hoy y siempre, en el tiempo atrapadas.

Despréndete egoísta, despréndete , Escucha las voces del mudo, mira con los ojos del ciego, acalla tu voz y escucha el cuento del viejo, el trinar del ave, la risa del niño, el llanto del mundo…
Detente, detente y escucha... escucha el canto de las hadas.


Materia Humana
Por: Manuel J. Martínez Rivera


¿A dónde van los sentimientos?

Perdidos entre añoranzas vanas al galope de un latido
Buscando al fin escapar de sueños heridos y ecos vacíos Descansa en paz dulce corazón, escapa al fin triste mártir maldito.

¿Y entonces a donde vamos?

Con los ojos cerrados tentamos a ciegas deseando encontrar la realidad ajena Paredes se elevan, pasillos se cierran y solo al final nuestra mente vuela Escapa perdida, inocente e ilusa, ahogada en alcohol y risas insulsas.

¿Y que queda al final?

Solo el frió amanecer de la verdad negada, réquiem solitario de una rosa mancillada en lagrimas de sangre y labios resecos del elixir de la noche eterna.


Dioses eternos no lloren por mi, criatura mas vil no pudo existir…



LA ETERNA AMANTE
Por: Manuel Jezrel Martínez Rivera


Hoy me hablaste de nuevo, me susurraste cual amante tierna al oído.

Sentí tu abrazo envolverme llena de deseos por poseerme.

Tus labios rozaron los míos con la promesa de un beso.

Perdido en tus brazos ya nada más importa, solo deseo sentirte a ti, mi compañera eterna.

Malagradecido, haces que piense de mi mismo, tantas veces e intentado despreciarte, pero tú siempre me esperas con los brazos abiertos, soledad, mi dulce soledad, te prendes de mi sabiendo que solo a ti puedo tenerte, te ríes de mis vanos intentos por dejarte, quiero maldecirte, quisiera destruirte, quisiera negar mi destino.

Me matas con tu abrazo, me extingues con tu beso, dulce amante maldita, pago el precio de tu amor con sueños y esperanzas, mi vida es tu moneda de cambio, candida y sensual me sonríes de nuevo, dices comprenderme, dices ser la única en amarme, me maldigo por creerte, me maldigo por aceptarte, no hay remedio para mi, hoy y por siempre tuyo.



Camino
Por: Manuel J. Martínez Rivera


La tarde llega y el mundo se tiñe de ocre, y poco a poco los colores empiezan a morir.

El gris llega al mundo mientras lo hace la noche, camino en silencio entre sombras y matices muertos, envuelto solo en la luz artificial del mundo moderno.

Camino sabiendo que las estrellas son incapaces de alcanzarme con su brillo, extinguidas, pérdidas e ignoradas entre las luces de la gran ciudad. Camino en silencio.

Camino sabiendo a donde voy, pero nunca sabiendo mi destino, perdido por siempre entre un mar de gente. Camino, camino vacío y en silencio.

Camino sintiendo algo en mi pecho, una lágrima ahogada en el mar de mis decepciones, camino en una noche fría de noviembre mientras el viento me habla de ti, me susurra un pensamiento y en el dibujo tú nombre.

Camino extrañándote mientras la lluvia me envuelve con su llanto, no intento correr, su nostalgia me envuelve y me conmueve, siempre lloviendo, camino solo y en silencio.

Camino mientras las hojas, cansadas y rendidas, caen escoltando mi paso mientras le dicen adiós al otoño, el invierno a llegado, pero en verdad nunca se ha ido, siempre entre hojas muertas, siempre en invierno caminando en silencio.


El PEREGRINO y LA MUERTE

por: Manuel Jesrrel Martinez Rivera
Otra noche en vela plagado de esta locura enferma. ¿Qué te a poseído, triste peregrino, que la luz ya no ilumina tu camino?

¡Calla, Calla, susurro de la nada! , ¿Tu que puedes saber lo que acongojan mis noches? El fin exiliado de un dulce y noble suspiro, que ahora no ve, más que el fin del camino, si el consuelo es tu propósito, sea sabido que cae en brazos rotos sobre un infinito vacio.

El infinito es mi consorte y el fin de los caminos mi orgulloso nombre, lo has gritado a la estela de la noche, triste peregrino, ¿Qué locura entonces, te a consumido? Patética criatura, ¿así sellas tu destino? Otra noche en vela, sumido en el retrato de aquello que te enferma.

Trastornado, desquiciado, perdido con pasión y un buen vino, sea ese mi camino, bajo el candor del fuego de las mil lagrimas y el llanto del joven fugitivo, sea el velo gris de la verdad, aquello que marque mi pesar, mas no de aquel lugar por donde e de volar. ¡Lárgate! ¡Lárgate y no vuelvas más!

Amor es entonces tu locura, triste peregrino, mente sin concilio, seas tú doblemente maldito, marchita ya tu duelo y acepta mi consuelo, cansado estoy ya de tu infinito aquejo, llamas mi nombre noche tras noche sin embargo siempre me dejas al borde, cual infame anfitrión me dejas tocando a tu puerta con tus lagrimas como mi respuesta.

Sean los años, meses y días mis testigos, algún día iré contigo, pero no en esta hora ni minuto del día viejo amigo, brinda con mis lagrimas y yo con el vino, recibamos la mañana y con ella tal vez la calma…


LA BESTIA
Autor: Manuel Jesrrel Martínez Rivera

Resuena el trueno a lo lejos, entre el fuego corre la bestia acorralada, golpea desde la nada, desde la nada ruge, desde la nada demanda, ¿Qué quieres bestia?, ¿Es ya el tiempo de la ofrenda?

Ruges y rasgas las entrañas queriendo escapar y volar con la estela de la mañana, queriendo amar a la estrella y surcar el firmamento con justicia y verdad, queriendo dejar de ser nada y en el vientre de esta tierra cultivar flores de luz y esperanza.


Ruges bestia, ante la sublime y fría imposición de un mundo que odias y desprecias, atada y maldita en grilletes de fría y pesada lógica, ahogada en el sofocante hedor de la rutina y la monotonía, ruges y desgarras estando el yo entre tu libertad y tu ansia.


Embates de nuevo lo exiges, sabes que es tuyo por derecho, cejas en tu intento el día de hoy esperando mañana ser libre, mañana ser el eco detrás del viento, el susurro del abeto y la esperanza de un hombre hueco.



EL MORIBUNDO

Autor: Manuel Jesrrel Matínez Rivera

El manto de los años tiende hoy su velo sobre el humor de aquello que alguna vez fueron sueños, tiempo de manto infinito, te ciernes hoy como enemigo en este mi exilio.


¿Dónde estabas amigo? Cuando cantaba en voces de tristeza.
¿Dónde estabas amor? Cuando soñaba en días claros sumido en la penumbra. ¿Dónde estabas dios? Cuando bailaba en pies descalzos sobre realidades y verdades.

No, no reclamo nada, de orgullo sacie mi delirio, con lágrimas y risas forje mi camino, y con cicatrices teñí mi destino, felicidades y penas tocaron a mi puerta y con gusto a todas les serví la cena, pero o sueños míos, pocos compartieron el vino conmigo.

Que días, cuando cantaba, soñaba y bailaba la alabanza del alba, cuando la música desbordaba en mis oídos la sonata de la esperanza y un mejor mañana y el corazón rugía con el aria del loco, perdido en su propio esbozo.

Tiempo maldito, tu abrazo se cierne en mi espalda cual cruz engarzada, tu manto frio se lleva mis dolores contigo, la luz se apaga mientras tiembla mi alma, se que hice mucho pero mi corazón me dice que no hice nada, pero sonrió tranquilo, la verdad, ya no importa nada.






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24 oct 2009

La Rosa en el asfalto











Cancion: Eramos dos niños
Autor: CafetaCuba






Hola de nuevo, últimamente no se me ha dado por escribir gran cosa, sin embargo entre mi desidia literaria surgió una pequeña historia que les presento a continuación, como alguna que otra historia que he publicado, esta inspirada en las calles de mi ciudad, sinceramente a esta historia solo le falto Pedro Infante ja ja ja, lo entenderán cuando la lean, como siempre es un borrador que posiblemente se quede en el tintero, como la mayoría de las cosas que escribo T_T, pero en fin espero y que la disfruten, y si si, el final no es muy bueno, pero es un prologo o bueno se supone je je je, ademas estoy arto de los finales tristes.


La Rosa en el asfalto
Por: Manuel Jesrrel Martínez Rivera

Prologo
La Pequeña María.

Pasaban ya de las doce del mediodía, el hambre apretujaba ya el estomago de la pequeña María, había estado ya toda la mañana en el crucero de Morelos y Colon, bajo la inclemencia de ese sol tan característico en esa ciudad en medio del desierto, “la ciudad de los grandes esfuerzos” la llamaban, bonito mote que a final de cuentas nada significaba para esa pequeña criaturita, que en bendita ignorancia, se levantaba muy temprano todos los días, a pedir dinero por las calles de esta ciudad para poder alimentar a sus hermanitos el siguiente día, a veces, cuidando de no despertar a su madre, quien acostumbraba irse varios días para luego regresar y dormir todo el día, María se apresuraba entonces, siendo la mayor, a atender al gran numero de hermanos pequeños que tenia, pues sabía que si su madre despertaba y la sorprendía en casa seguramente se llevaría unos buenos golpes, como el día anterior, su madre había estado ausente casi una semana, y acababa de regresar la noche anterior, María y su hermano Manuelito habían ido a su cuarto a verla y habían descubierto maravillados, sobre la cama de su madre, un hermoso bolso que brillaba como las estrellas, pensó que seguramente se lo habían regalado a su mama uno de sus tantos novios, la pequeña María no comprendía que su madre prostituta le encantaba engalanarse con los inocuos frutos de su tan antigua labor, pero no gustaba de compartirlos, fue tal la tunda que recibió por parte de ella que aun le dolía un poco su piernita izquierda, en la cual habíase de terminar hecha añicos una tabla que su madre usaba para sostener la plancha, con suerte, al despertar, su madre se acordaría de ellos no solo para golpearlos y les dejaría algo de dinero antes de volverse a ir, a veces María deseaba que nunca volviera.

Su madre, como muchas otras congéneres, había tenido que luchar por si misma desde que tenía nueve años, abusada por un padre alcohólico, abandono su hogar para verse enfrentada ante la cruda realidad de una vida que no se detiene a mirar al desposeído y al afligido, no tardo mucho en descubrir que las pasiones que su padre vilmente descargaba en ella y que tanto daño le causaban, se convertirían ahora, en su sustento para toda la vida, se volvió una persona rota que nunca aprendió lo que era el amor verdadero y sincero. La pequeña María llego a este mundo muchos años después, producto de un desliz de su madre con un “chilango” que la abandono aun antes de que ella naciera, la promiscuidad de su madre no tardo en darle más hermanos, primero vino Jorgito, luego Manuelito y por último el pequeño Toñito.

La falta de educación y valor moral de su madre se reflejaba entonces en contra de la pequeña María quien no se levantaba temprano para ir a la escuela como debieran hacer todos los niños y niñas de su edad, no, a ella nunca la habían inscrito en ninguna escuela, ni se le había dado la mas básica de las enseñanzas escolares, la falta de atención de su madre hacia ella y sus hermanitos la había puesto en una posición donde era ella la que debía velar por el bienestar de su desintegrada familia , y aunque resentía la falta de cariño y rechazo de su madre, se alegraba de ver la sonrisa de Toñito cada mañana cuando este reía y sonreía ante las cosquillas del pañal, que sin falta, María todos los días le lavaba y cambiaba, o las ocurrencias de Manuelito que con sus tres añitos volvía loca de preguntas a María, y aunque María no sabía en verdad como contestarlas, siempre se le ocurría alguna historia para hacerlo. El que en verdad le preocupaba, era Jorgito, tenía siete años y ya quería estarse juntando con los “cholos” de la colonia, y por consecuencia, como muchas otras veces en sus ajetreados diez años, la pequeña María se sentía frustrada al verse diezmada para afrontar estas situaciones.

Así entonces era cada mañana, después de atender a sus hermanitos, ella salía, muchas veces sin probar bocado a buscar el sustento como podía para aquellos pequeños que necesitaban de ella, algunas vecinas, dentro de su propia pobreza, se compadecían de ellos y les regalaban lo que podían, a veces cuando no era suficiente, podía ir con don Jacinto, el tendero, quien le dejaba llevarse algunos productos de la tienda con la condición de que lo acompañara un rato al cuarto detrás de la tienda, María se sentía muy mal cuando hacia eso, había visto a su mama hacerle eso a otros señores y no dejaba de llorar todo el día pensando que no quería ser como su madre.

Pasaban entonces las doce del mediodía, y con el hambre apretujándole las tripitas, cruzo María ese bulevar donde día a día trabajaba, con su pequeña cabecita mareada por el hambre y el fortísimo sol no vio ese auto que se acercaba, su piernita herida por la golpiza no quiso moverse, su mirada, en un seco estruendo se volvió entonces al cielo, las nubes le parecieron tan hermosas, y por un instante ya no hubo dolor.

La luz volvió entonces, la pequeña María se encontraba de espaldas sobre grandes sabanas blancas, una bella señora se encontraba a su lado, le decía palabras reconfortantes, su cuerpecito dolía mucho, la señora le hizo mil y una preguntas, y aunque de principio María mostraba desconfianza, la atención que esta dama le mostraba hizo que terminara respondiendo cada una de sus preguntas, María no entendía la expresión de la cara de la señora, parecía que sus palabras la lastimaban, María no quería lastimarla, después de una larga charla la señora se fue, todo fue diferente a partir de entonces, la pequeña María fue puesta junto con sus hermanos en una gran habitación donde durmieron y convivieron juntos durante una semana, la pequeña María no sabía que sería la última vez que estarían juntos en mucho tiempo, los separaron en medio de lagrimas, les dijeron que todo estaría bien, la pequeña María entonces fue enviada con una familia que le brindo amor y cariño, le otorgaron las herramientas de la educación, y forjaron de ella aquello que pensó nunca sería, sin embargo nunca dejo de pensar en sus hermanos y sabia que algún día los buscaría y estarían juntos por siempre.

13 oct 2009

Santa Educación Batman





Una de las escuelas que he visitado.






Cancion: Antes de que nos olviden
Autor: Caifanes



Ya había pasado tiempo desde que me enrole en esta aventura llamada educación, actualmente curso ya formalmente mi licenciatura en educación primaria y pronto comenzare mi maestría en pedagogía si todo sale bien, sin embargo apenas ahora me siento ya empapado lo suficiente sobre el tema como para publicar un ensayo al respecto, aunque es mas que nada cosas que he estado aprendiendo ultimamente, y aun me falta aprender mucho más, este ejercicio estipula mi concepción y visión de nuestro sistema educativo, espero lo disfruten y ojala les sea de provecho.

P.D. Cada que me toca ir a visitar alguna escuela y estar frente a los grupos en serio que siento que por fin encontré el lugar al que pertenezco , tal vez es cierto lo que me dijo mi hermana, lo maestro lo llevamos en la sangre.


Santa educación Batman.
Por: Manuel Jesrrel Martínez Rivera



En México, durante los últimos años, diversas administraciones han hecho repetidos esfuerzos por alcanzar una educación de calidad, pero al parecer estas reformas se han quedado cortas., con juventudes destinadas a la maquila y con escasa oportunidad de trabajar de acuerdo al potencial personal, hoy se transcurre por caminos abstractos, donde el que más batalla para conseguir empleo es el profesionista, un camino donde el que no tiene nada ve su preparación truncada por cientos de obstáculos que terminan por hacerlo desistir de eso que llamamos educación, en muchos sentidos caminos que llevan al individuo a la desesperanza y a la frustración.

Todo niño tiene derecho a convertirse en un individuo alfabetizado. Cada generación, en México, ha visto cambios sustanciales en las necesidades de educación, las llamadas necesidades básicas del aprendizaje, así en épocas pasadas, un individuo solo requería terminar su estudio primario para considerarse listo para afrontar el mundo, luego eso cambio de nuevo y fue necesario un estudio secundario para que ese individuo se considerara listo, las necesidades cambiaron nuevamente y ahora se sumaba un estudio de preparación antes del nivel primario, la educación básica ahora concernía al preescolar, la primaria y la secundaria, como bases obligatorias en la preparación de un individuo.

El tomar cargo de la educación del niño como obligación desde los tres años, obedecía a otro serio problema que asola a México, el analfabetismo, este tiene proporciones altas a nivel nacional. Los padres analfabetas o escasamente alfabetizados son uno de los principales obstáculos en la educación de un niño, ya que estos no pueden proveer a sus hijos las experiencias elementales que despierten o estimulen en el infante aquellas capacidades intelectuales latentes en su interior, así muchos de los fracasos escolares constituyen otra víctima del analfabetismo, podríamos decir entonces que la alfabetización de los adultos, así como la obligatoriedad de la educación preescolar, estipulada desde 2004, deberían ser las bases para preparar individuos con menos probabilidades de fracaso escolar. A partir de estos cambios, poco a poco, se vio disparada otra tendencia en días recientes, ahora mas individuos terminan con éxito su educación secundaria y lejos de abandonar los estudios deciden continuar con ellos hacia la educación media o preparatoria, un nivel que no se tiene del todo cubierto y amenaza con no poder cubrir las necesidades matriculares de futuros estudiantes.

Sin embargo existen otros diversos problemas que aportan en su medida al fracaso escolar en la educación en México, la deserción y diversidades étnicas y culturales. La primera, está ligada a muchas condicionantes, una de las principales, las condiciones socioeconómicas de los núcleos de población de menores ingresos. La reprobación contribuye también a la deserción como un factor agregado que actúa como factor definitorio. Deserción y repetición constituyen problemas crónicos a lo largo de la andanza escolar, pero ambos problemas alcanzan su punto más crítico entre el primero y segundo grado de primaria, continuándose hasta los niveles medio y superior.


La gran diversidad étnica y cultural en nuestro país representa otro inconveniente, por ejemplo, entre un 2% y un 4% de la población infantil entre los 3 y 12 años no estudia o tiene acceso a la educación en nuestro país, la mayoría de estos niños son hijos de jornaleros, inmigrantes sudamericanos o indígenas que no tienen por cultura que sus hijos estudien o están en lugares tan alejados que simplemente no se puede hacerles llegar alguna educación oficial. Pero aun cuando se tiene acceso la escuela, muchas comunidades indígenas se niegan a aceptar por completo una educación de un país del cual no se sienten parte, así México es un rompecabezas donde existen muchos “Mexicos” y ninguno camina para el mismo lado.

En el mismo tenor cultural, las universidades en México son agrupaciones de escuelas, facultades e institutos con muy poca relación entre sí, regidas todas por una “supra escuela” es decir una escuela con sus propios fines. La burocracia de estas mismas centraliza lo económico y lo que y como se enseña, así entre menos dinero se tenga menos será la calidad de educación superior a la que podrá accederse, ya que los llamados planes de estudio estarán enfocados de distinta manera, de una forma que solo podría describirse como elitista marcando así la otra cara de este neo imperialismo que muchos llaman capitalismo.

Otro gran problema consiste en listar las deficiencias del sistema de educación nacional, como el corporativismo magisterial, el sindicalismo protector, la falta de filosofía educativa con arraigo nacional, poco interés del padre de familia, falta de vocación del maestro, una comunidad conformista entre otros son características clave que marcan la decadencia que ha sufrido el sistema educativo.

¿Cómo enderezamos entonces el camino de esta gran maquinaria llamada educación? Es necesario buscar la participación de todos y cada uno de nosotros, los profesores, padres de familia, y sociedad en general. Los malos profesores, que aquejan el sistema educativo como parásitos victimizando a la juventud de México con sus vicios, indiferencia, corrupción y ambiciones alejadas del ámbito educativo, deberían ser los primeros en desecharse, sin embargo debido al paternalismo latente en los movimientos sindicales esta parecería ser una tarea imposible, y ahí es donde debería entrar nuestra participación como ciudadanos preocupados por el futuro educativo de nuestro país, dejar de ser conformistas, preocuparnos por lograr que nuestro sistema educativo sea uno que cree gente emprendedora desde temprana edad, y no la fuerza laboral de la maquila extranjera del mañana.

21 ago 2009

El Dios sin Corazón


Ilustracion de Vampire Hunter D
Artista: Yoshitaka Amano







Cancion: The time its running out
Autor: Muse





El dios sin corazón es un cuento que empecé a escribir hace muchos años, nació en mis días de universitario, para una materia sobre la creatividad que no me acuerdo ni como se llamaba, nos daban 10 palabras al azar y sin conexión unas con otras y con ellas debíamos concebir algo, en mi caso fue una historia bastante bizarra sobre un dios con un serio problema existencial, al principio conto con solo 3 hojas, pero a lo largo de los años y conforme le escribía poco a poco cosas, evoluciono en una obra un tanto más completa y aun mas “mafufa”, les dejo el prologo y el primer capítulo, que no son más que introductorios a la obra, presento estos porque son a los que menos les he hecho cambios, el resto de los capítulos sigue reescribiéndose conforme me dan mis ataquitos de escribir, y aunque tengo la mala costumbre de dejar obras inconclusas, esta apunta para no solo ser mi cuento más completo, si no a ser el único verdaderamente completado, estaba escribiendo una disque novela, pero la neta aun no estoy listo para escribir eso, a mi se me da mas las cosas raras como este cuento, aunque sin duda algún día espero terminar (después de todos los cuentos que tengo inconclusos) aquella novelilla que he dejado archivada y que titule lluvia escarlata, o al menos la terminare algún dia para mi, en fin espero que lo disfruten, buen viento y buena mar para todos.


EL DIOS SIN CORAZÓN
Por Manuel Jesrrel Martínez Rivera


PROLOGO
La Oda del Ocaso.

“Que juzguen los más sabios si fue bueno, o si fue malo, pues el bello y perfecto su voz entonces alzo, ¿perdiste el camino o que te impulso?, abrazando un fuego en el alma su puño levanto, el bello y perfecto con certeza hablo. ¡No más!, exclamo su dulce voz, así entonces, a hermanos y hermanas un mundo separo, el bello y perfecto su fin sentencio.”

“Como una infección la idea se engarzo, en la estasis perfecta esta floreció, en cambios de caos el orden muto, jóvenes rebeldes, su hiel desbordo, rompe el anciano en su orgullo, ciego y enfurecido, muerte al infinito, muerte al imperfecto maldecido, libera entonces el fuego de guerra hasta el confín de las eras”

“Hermanos y hermanas en guerra sin fin, llora el cosmos por la sangre derramada, llora por las heridas dadas, llora el imperfecto maldecido, condenado por el fruto de su cosecha, hermanos y hermanas en guerra sin fin, el bello y perfecto agoniza al fin, el cosmos resuena en un réquiem fantasmal, muy pronto llegara el final”

“Fue pues así, sin sentido y fatal, el cosmos lloro, aunque nadie escucho, desesperado, sumido en arcadas de dolor. No hubo un gran estruendo, ni siquiera un susurro, no hubo arrepentimientos ni lamentos, hermanos y hermanas en guerra sin fin, lagrimas corrían, cuando él a su alrededor moría, al final solo silencio, y la culpa ahora sin regreso.”

“Luz infinita engulle y arrasa todo a tu paso, mira al sabio estupefacto consciente de su fallo, el universo ha roto su pacto, vuelca tu furia en el ciego e infame, luz infinita, muere y renace, calla ahora al necio y orgulloso, muéstralo al fin diminuto y acabado”

“Al horizonte el alba asoma su brillo, y así cada rincón es bendecido, la ignorancia, orgullo y martirio han encontrado el fin de su camino, sea así el ser infinito hoy maldecido, por siempre marchito, atrapado en su propio delirio, mira por última vez el brillo del alba, mira por última vez la sangre en tu espada, guarda tu opinión, pues no importa nada, hoy ser infinito se acaba tu estancia, este fue tu ultimo mañana”







CAPITULO I
El dios sin corazón

“Soy lo que soy, pero… ¿Cómo se que lo soy, y si no soy lo que soy?, entonces… ¿que soy?


En un tiempo perdido a los hombres y en lugar solo conocido por los eternos, existió un ser, tan sobrenatural en su esencia, que muchos de nosotros solo podríamos llamarlo o definirlo como un dios, si tal como lo oyes, un dios, de esos que parten montañas, abren los cielos y mares, detienen el tiempo y demás muestras de efectos inverosímiles para nosotros, pero de una magia tan real y temible que fácilmente blandían los suyos en contra de quines se les oponian, por eso eran dioses después de todo, todopoderosos y esas cosas , aunque ciertamente este dios en particular no era igual a el resto de sus congéneres divinos, no, este dios era uno un tanto peculiar, pues a diferencia de los demás devas, este cargaba en sus hombros un enorme dilema que resolver, y no era uno que pudiera solventar con la simpleza del uso de sus poderes divinos, no era tan sencillo, si lo fuera, este dios no estaría metido en tantos líos, el dilema que tanto aquejaba a este dios del cual te cuento, era uno de esos de naturaleza personal, de esos tan difíciles de resolver tanto para la criatura consciente mas pequeña del universo como para el dios más poderoso, tan grande era este problema para él, que lo había impulsado como un loco en una carrera frenética a recorrer todo el orbe en busca de un remedio, remedio que con cada punto que avanzaba parecía cada vez mas y mas difícil de encontrar.


Pero entonces, ¿Cuál era el problema de este dios, que era tan pero tan difícil de resolver? Bueno, no es algo sencillo de explicar, pues verás, su problema es que él no tenía un corazón propio, y no me refiero a ese órgano noble que bombea la sangre por nuestro cuerpo, ya que no sabría decir si siquiera los dioses poseen algo parecido, no, a lo que me refiero es que, a diferencia del resto de los seres que nacen bajo la gracia de lo que llamamos vida, el no poseía aquello que lo definiera dentro de ella, ¿a que me refiero?, ¿ a qué te dije que era complicado, verdad?, pues veras, el no estaba ligado a nada como, por ejemplo, el resto de sus hermanos dioses, ni al fuego ni al agua, ni a la guerra ni a la paz, ni a animales ni plantas, no parecía tener un sitio definido en este universo, su pecho además era frio y aunque podía sentir las emociones, que tan naturalmente nosotros disfrutamos, para él no significaban nada, las entendía, pero no podía disfrutarlas o sufrirlas, debido a eso era incapaz de crecer en su interior para él ni para otros, y al ser incapaz de crecer en algún sentido terminaba por ser en verdad una nada, por ello no podrías decir que era vil ni bondadoso, no era suya la luz ni la oscuridad, ni el amor ni el odio, ni la vida ni la muerte, suya era solo la nada y en la nada rondaba, parecía vivir condenado a rondar en matices incoloros y sinsabores de reflejos más bien grises, y así, mientras el firmamento rebosaba del color de vida, el solamente existía como un espectador del mismo y no como parte de él, su nombre, se lo había guardado como hacen todos los dioses, incluso tal vez ya lo había olvidado, pero era conocido simplemente como el dios sin corazón.


Para cuando comienzo a narrarte este relato había ya el Dios sin corazón recorrido infinidad de mundos en busca de ese corazón que tanto anhelaba, sus incontables viajes lo habían llevado a conocer muchos rincones del universo, algunos de una belleza arrebatadora, otros de una maldad innegable, pues el universo, en su vasta enormidad, guarda peligros que harían temblar de miedo incluso a aquellos que se dicen infinitos y el dios sin corazón ya se había jugado la suerte con algunas cuantas vicisitudes que abrían hecho desistir a cualquier otro, aunque dada la peculiar naturaleza de este ser, en toda situación, para bien o para mal, había el dios sin corazón permanecido impávido e inmutable, así había visto los amaneceres multicolor en la galaxia de las almas fractales, hubo danzado entre ellas escuchando su bellísimo canto, pero sin siquiera disfrutar un poco de la calidez de tan sublime visión ni la paz que ofrecía el coro de almas infinitas a quienes tenían la fortuna de escucharlo alguna vez. Había explorado y sobrevivido apenas a la prisión del laberinto del oscuro, sin haber temido jamás, ni sentido pena alguna por las incontables vidas que ahí se perdían, y aunque suene terrible, ni por las almas atrapadas en ese sitio que le imploraban ayuda. Había bebido de la misma rivera del rio de las delicias, sin haber sentido la saciedad y riqueza que este ofrecía a aquellos que disfrutaban de sus aguas. Había incluso, recientemente, compartido el lecho de aquella diosa conocida por algunos como la madre pálida, señora de todas las lunas, quien en una mala jugada del destino, había caído enamorada de este dios sin corazón, pero me estoy adelantando un poco ya que eso te lo contare en un momento no desesperes, volviendo al tema, y viendo a este dios sin corazón después de tantas andadas, lo que podiamos afirmar es que la única constante para este prístino ser, era la pena de que en ningún sitio parecía haber un corazón que pudiera tomar para sí mismo, no existía ese algo que le diera a él aquello que otros daban por sentado, su propio significado, su propia y simple capacidad de realmente ser y vivir.


Comenzaba el a ser consciente que probablemente jamás encontraría eso que buscaba con tanto ahincó, que existiría por siempre con la consigna del derrotado, del abatido y del enjuiciado, que viviría así, en la sombra de la incógnita, de la duda y del sinsabor de saberse con certeza condenado, sin embargo, si algo debiéramos aprender, es que rara vez en esta vida las cosas son tan malas como las vemos, sobre todo cuando el fracaso empieza a nublar nuestras mentes, curioso mal al cual ni siquiera un dios es inmune, y este dios en particular parecía empezar a padecerlo, pero para su fortuna, no todo lo tenía perdido como él comenzaba a creer, ya que los hados del destino, rapases jugueteros encantados de hacer travesuras en nuestras vidas, guardaban unas notas más en sus melodiosas ocarinas para este dios sin consuelo, la cantata de este dios estaba lejos de terminar y algunas sorpresas mas en ella iba a encontrar.


¿Y dónde estaba este dios sin corazón del que tanto te he hablado? Pues en el momento en que nos entrometemos en su vida, viajaba por el cosmos, tan rápido como lo hacen los dioses, sumido en pensamientos de fuga y de escondrijos inalcanzables, pues presto el huía de la furia de nada más y nada menos que de esta gran dama de la que te platique brevemente hace poco, la señora de todas las lunas, aquella diosa que era conocida como la madre pálida, a quien hace poco y descortésmente, este dios sin corazón, había impunemente ofendido, ¿Y qué hizo este dios sin corazón para ofenderla? Podría decir, en resumen, que una dama jamás tomara a buena lid el que se desaíren sus deseos, pero eso sería ser injustos con la gran diosa, pues si en algo parecía ser experto este dios sin corazón era en decepcionar a aquellos que lo conocían. ¿Y qué paso entonces? Para saberlo tendremos que trasladarnos algunos ciclos atrás, a la enorme sala del trono de la morada de la gran madre pálida, donde una figura delgaducha ataviada en ropajes maltrechos y oscuros es presentada en cadenas de blanco vivo ante la soberana de todas las lunas, pero tendremos que hacerlo en otra ocasión porque hoy, preciosa mía, necesitas ya despertar.






CAPITULO II
Aquí estoy

“Ella trata. Ella cree. Ella ansia. Ella suspira. Ella vive”


CAPITULO III
Luna

“A ti que escuchas las palabras, a ti que guardas los anhelos de aquellos sin consuelo, cuyos corazones y plegarias han surcado los infinitos cielos , en noches solitarias buscando un refugio bajo tu luz de plata. ¿Sabes el secreto?”


CAPITULO IV
Brilla, brilla pequeña estrella

“¿Estrellita dónde estás? ¿Acaso no deseas titilar? ¿Estrellita dónde estás? ¿Algún día tu luz me abrazara?”






18 ago 2009

Hoy Te Toca ser Feliz


Descansa en paz viejo amigo.


Cancion: Hoy te toca ser feliz
-Una de tus rolas favoritas-




Este post va resultar un poco extraño pero espero lo lean de principio a fin, comienzo con un poema que escribi hace bastante tiempo.


EL SENTIR DEL PASADO


La noche me rodea, me envuelvo entonces en su silencio, un silencio encerrado en el infinito ruido de una ciudad que en verdad nunca duerme, sigilosa, llega entonces la nada, puedo sentirla engarzándose en mi piel, hundiendo sus fríos dedos en mi espalda, al principio tengo miedo, quiero gritar y estoy mudo, quiero correr pero no puedo, quisiera entonces salir de mi mundo de este universo vació que me he forjado, pero no tengo la fuerza, ¿este sin sentido de monotonía es mi destino?, me pregunto, como tantas veces, ¿donde está la muerte?¿Por qué no me lleva de una vez? pero entonces no pasa nada y todo parece tranquilo nuevamente ¿Acaso será que mis demonios han muerto?, ¿se han ido, me han por fin abandonado? De repente estoy solo. ¿Entonces por que sufro?

Es el Miedo el que no soporto, el que me carcome, me hace morir cada día un poco. ¿Por que tengo miedo? Pienso, Llegué a este mundo solo y solo me iré, no necesito ni necesitare nunca a nadie. Mi mente entonces recorre sus laberintos en busca de anhelos y recuerdos, no hay nada, ¿cómo puede ser eso? No queda nada para imaginar, nada para ilusionar, nada para llevar a la tumba, pues si no hay nada, entonces no soy nada, pienso, absolutamente nada, es al fin la nada que me espera.

Entonces ¿Que se debe sentir? cuando te das cuenta que lo único que habita en tu corazón, son ilusiones de cosas posibles llenas de imposibles. Cuando aquello que habita en tu interior, te traiciona y en cada descuido arranca de ti una esperanza sembrando una duda, las malditas dudas. Cuando oyes en la noche los susurros de tus fantasmas y llueve sin cesar en tu mente. Cuando no hay paz en tu andar, porque, un día, tu alma alzo vuelo hacia donde la realidad no la puede acompañar, y tu corazón y tu mente se dieron un ultimo adiós. Cuando no sabes ya si vale la pena intentarlo, porque uno nunca serán dos. Cuando te das cuenta que todo de lo que te alimentabas para forjarte una realidad solo logro consumir tu fe.

Despierto, abro los ojos, todo es lo mismo, las mismas cuatro paredes que me aprisionan a este mundo, ahogado en la misma monotonía, la misma soledad, la misma agonía, me doy cuenta que mis demonios no han muerto, la muerte me guiñe de nuevo el ojo, como un niño malcriado maldigo a dios por no existir, por dejarme solo en este mundo podrido, mi universo se cierra, siento que ya he muerto por dentro.

Camine solo la mayor parte de mi vida, no me quejo, la mayoría de las veces lo preferí así, pero sin darme cuenta, un día entonces en mi vida abundaron las personas, mas no la compañía, muchos me dicen que soy especial, que soy amado, entonces ¿Por qué no lo siento? respiro pero no quiero estar, siento pero duele sentir, aprisiono más aun mi corazón para que deje de molestar, forjo enormes paredes entre él y yo para así poder sobrevivir, como consecuencia veo como mi reflejo en el espejo no da mas que una sombra sin alientos, el reflejo de unos ojos cansados y sin vida que no quieren salir al mundo pues ya no encuentran si no las cosas malas en el, ¿en que me he convertido?


Atrapado, mi corazón tiene en su espera, la ilusión inerte de quien se resigno a vivir soñando su pasado, aferrado a sus ideales, ideales que el mundo le ha enseñado que tal vez no existen, así no ve en su presente, las interminables primaveras que pintan para el quienes en verdad lo quieren, solo ve la ilusoria y vacía paz de la muerte, pero le teme pues sabe que no es lo que quiere, debo cambiar, debo hacer algo, debo alejarme de la fría espiral que mi mente egoísta un día creo para protegerse, prisionera de la garra, esa garra oscura que atraviesa mi mente, esa garra que me hace pensar en la muerte, roba mis fuerzas, roba mi vida, no mas.




Este poema, como mencione, lo escribí hace ya un buen tiempo, como se puede leer, atravesaba una etapa nefasta en mi vida, nunca lo había publicado ni mostrado a nadie debido a su naturaleza tan personal, siempre he luchado mis batallas internas yo solo, y este poema fue un ejercicio catártico, el inicio de todo un proceso de sanación personal que culmino en un replanteamiento total de la dirección de mi vida, así renuncie a la persona que era y comencé a reparar muchos aspectos de mi vida, uno de los más obvios fue que renuncie completamente a mi carrera (que odiaba por muchas razones), me dedique a respirar aires completamente nuevos, fui actor por un tiempo ( no muy bueno, pero aprendí mucho y me sirvió bastante, aunque pues al final la verdad es que yo no tengo lo que se necesita para ser actor, ellos son una raza bastante peculiar) me dedique también a la enseñanza primordialmente (aunque también aprendí que me falta conocer aun mas para poder enseñar de forma totalmente correcta, la primera vez no me fue muy bien pero la segunda no fue tan mala y así comencé los inicios de lo que sería mi siguiente proyecto de vida, ser profesor de verdad), aprendí a renunciar a las cosas y no guardar cerca del corazón lo que no debe ser guardado ahí, y hoy puedo decir que veo y respiro el mundo de una forma diferente, pero, ¿Por qué chingaos estoy contando esto ahora?¿a quién chingaos le importa para empezar? Vete a cortarte en una esquina jodido emo me diría a mí mismo, pues verán, esto tiene como motivo el mandar un mensaje ¿de qué y por qué?

Hace poco más de un mes, un gran y viejo amigo de toda la vida, a quien mi corazón atesoro como un hermano, se fue de este mundo, siendo su propia mano el instrumento infame de la tragedia, aquel hermano con quien tantas cosas viví, compartí y atesore, decidió, en un momento de ofuscación que ya no quería estar en este mundo, renuncio no solo a la vida sino a todos aquellos que lo queríamos, sus razones no las discutiré aquí, solo diré que en el fondo entendí porque lo hizo, pero jamás comprendí o comprenderé el porqué no pidió nuestra ayuda en aquellos momentos oscuros, toda nuestra vida estuvimos apoyándonos en todo, en los momentos más difíciles, alegres y estúpidos siempre estuvimos juntos, y en el momento más importante decidió estar solo, tu sabias hermano que no había nada que no hiciéramos los unos por los otros, tu sabias que no importaba que hai estaríamos al pie del cañón, cuando mi mano toco tu pecho tibio y carente de vida quise maldecirte, ¿Por qué hermano, porque? Esperaba que estuvieras dormido, que todo fuera un jodido mal sueño, que hubieras fallado y al siguiente día poder continuar seriamente la plática que no pudimos tener dos días antes cuando me dijiste luego te platico, y eso cabron me pesa como no tienes idea, ¿Qué paso al lado de ese abismo al que varias veces nos asomamos?¿algo no vi o no quise ver? No lo sé y creo que nunca lo sabré, solo espero que en verdad haigas encontrado la paz.

Lo que si les digo a todos, es que esa no es la solución, si algo aprendí es que nuestra vida no solo nos pertenece a nosotros, sino a todos aquellos que nos quieren, este es mi mensaje, que todos tenemos la capacidad de sanar si asi nos lo proponemos, que la oscuridad que aflora en nuestra cabeza puede ser dispersada y que la vida lejos de buscar que sea perfecta es algo a lo que debemos aferrarnos, pues mientras haiga vida podemos cambiar las cosas, aférrense a lo que puedan y pidan ayuda les aseguro que jamás se arrepentirán.


Buen viento y buena mar para todos.

16 ene 2009

¿Qué me harías?


Titulo: La mas bella imagen de un suicidio.
Autor: Robert C. Wiles




Cancion: Maps
Autor: Yhea, Yhea, Yheas


¿Qué me harías?

Hola de nuevo, últimamente he estado un tanto desconectado del mundo cibernético, ya no checo mis mail, hace poco precisamente me acabo de topar con 114 mensajes sin leer T_T, ya definitivamente ni siquiera uso el MSN, y rara vez me asomo por mis blogs, y ya también últimamente rara vez me siento frente a mi PC si no es para escribir algún poema o pensamiento, o jugar un juego nuevo, también he renunciado al uso de mi celular por el cual es ya mas difícil encontrarme, para los que me conocen no será raro pues sabrán que a mí nunca me ha gustado hablar por teléfono y si me compre un celular fue por otras razones ajenas a mí, pero en fin, he estado meditando muchas cosas y este ”break” que me he tomado de muchas cosas en serio me ha servido como jamás lo hubiera esperado, sin duda escribiré mis reflexiones mas delante pues escribir se ha convertido en una necesidad para mí. Pues bien, en medio de mi hermetismo auto impuesto y mi desconexión del mundo cibernético, entre esos 114 mails sin leer que tenía en mi bandeja, me tope con uno que llamo mi atención, lo escribía una amiga mía, y era un juego mamon que constaba de una simple pregunta ¿Qué me harías si me tuvieras a solas por 24 hrs?, fuera de lo gracioso del juego, la pregunta misma me inspiro una pequeña historia que les expongo a continuación, el escenario está situado en una tarde de domingo solitaria en las calles de lerdo, ciudad a la que últimamente le he agarrado gusto por recorrerla caminando por las tardes buscando cosas que fotografiar o simplemente pensar, bueno espero que les guste esta historia.

Como nota ando muy contento, porque uno de mis alumnos me dijo que yo era el profe mas chingon que habían tenido, y que había aprendido mas conmigo en el poco tiempo que llevo dándoles clases que en todo lo que había estudiado antes esa misma materia, sip eso le sube el animo a cualquiera ^_^.

Sobre la fotografía fue tomada en mayo de 1947, Evelyn McHale, de 23 años, se tiro al vacío desde el mirador situado en la planta 86 del Empire State Building (Nueva York, EEUU) tras ser dejada por su novio. Fue a caer sobre el techo de una limusina que en aquel momento estaba vacía. Evelyn dejo una nota de suicidio en la que escribió: “Él esta mucho mejor sin mi… Yo no seria una buena esposa para nadie”. La mano izquierda de la chica, ya sin vida, parece acariciar su collar.

Un estudiante de fotografía llamado Robert C. Wiles oyó el impacto, salio a la calle y tomo la instantánea que vemos. Esta fue publicada el 12 de mayo de 1947 en la portada de la revista norteamericana Life.








¿QUÉ ME HARIAS?
Por Manuel J. Martínez Rivera

El día acaecía, mientras el cielo se pintaba de ese azul grisáceo tan característico de la ciudad, apuntaba ya entonces ese día para ser uno más en la estela de estos tiempos incoloros, apuraba así mi paso, mientras la brisa fría de una tarde de invierno se hacía sentir ya con mesura. Si, era una tarde fría, pero por demás soleada, y solo un par de nubarrones intentaban desafiar al presto sol, dibujándose en las callejuelas empedradas de esta ciudad, como sombras, que al igual que yo, tomaban un paseo.

Caminaba entonces cual mozuelo ignorante de los males del mundo, persiguiendo nubes cual ideas que escapaban, las calles me parecían agradablemente solitarias, presas de un día donde el equipo local de futbol jugaba, encantado entonces en la visión de esa soledad, le preste toda mi atención a esta ciudad que parecía lucir más hermosa para quien no quisiera hacerla competir con una pelota. Entre el verde que alborotaba las plazas y nubecillas rebeldes, una catedral cercana se embotaba orgullosa hacia el cielo, y una melodía perdida en el aire viajaba a oídos juiciosos, a través de la sonata de un viejo guitarrista, melancólica sonido que parecía solo importar a las aves que junto a él paseaban.

De un paso gire para proseguir mi camino, mas cual sería la jugarreta del destino, cuando al voltear mi mirada no encontré yo nada más que una buena bofetada, en medio de sorpresa, con mi mano en la mejilla ofendida, vi a una presta fiera que con un marcado descaro me atacaba como cobrándose una ofensa no saldada, indignado quise responder, pero no eras sino una chiquilla que con claro desdén me miraba, veinte o veintidós primaveras te auguraba, pero más que eso, yo me preguntaba, ¿por qué chiquilla extraña me atacabas?.

No decías nada, de pie frente a mí con los ojos de un profundo marrón notoriamente manchados en vetas y cristales de lagrimas, no te conocía, ni mucho menos hubiera deseado hacerlo después de tu tan peculiar presentación, pero había algo en tu mirada que me hacia querer nadar en su profundidad, fundirme en sus matices para encontrarte dentro de ella, por un solo instante en mi vida, el mundo a mi alrededor desapareció, ¿quien eras chiquilla? ¿Acaso una loca perdida o tal vez solo fruto de mi desbocada imaginación? La melodía se detuvo, y como fantasmas las aves alzaron su vuelo alrededor nuestro, quietas como atrapadas en el tiempo, el viejo guitarrista su camino emprendió silbando una vieja canción, y por un instante, jure que me sonrió.

Yo no decía nada, absorto en el viento, que hacia danzar tu oscuro cabello cual pinceladas contrastadas en un lienzo, quieta, embestida en tu fúnebre ropaje de oscuras ondulaciones y lazos carmesí, tus ojos intensos no dejaban de mirarme, ¿que era lo que ellos me decían?, me quería volver loco, gracias a ti, no hubo falta meditarlo mucho tiempo, la empereza del silencio fue rota cuando firmemente me dijiste, ¿qué me harías?, confundido pregunte ¿qué clase de pregunta es esa?, me miraste en silencio, quise volver a decir algo, pero no me dejaste, giraste en otra dirección bajando tu mirada dándome la espalda, por un momento tuve miedo, ¿Por qué tenía miedo?, antes de entenderlo, alzaste tu mirada hacia las enormes torres de esa vieja catedral, enjugaste lo que parecía ser el resto de esas lagrimas que marcaban tu rostro, dejando escapar aquella voz que ahora me tenia preso, si, me dijiste, ¿que me harías si me tuvieras para ti solo? Por un momento sentí sonrojarme ¿Sera una prostituta? Pensé, no, no lo parecías, y tu voz, tu voz me entristecía, sonaba con la carga de mil penas arraigadas que quise arrancar en ese instante de tu alma, ¿pero eso es lo que querías de mí? ¿Qué me querías decir con tus palabras? Sin aviso, corriste entonces directo a la catedral, juro que tu grácil figura flotaba entre olas de ébano y escarlata. De nuevo me invadió el miedo, atrapado en tu misterio mis pies no dudaron en seguirte, te grite, mientras corría temeroso de jamás saber la respuesta, lo que paso después no lo tengo muy claro, un estruendoso rechinido, un destello y un golpe es lo último que supe de mi, antes de hundirme en un mar de voces que se abalanzaban sobre mí para luego callar lentamente.

Desperté un instante después, solo, confundido y adolorido, estaba tendido en la calle frente a la vieja catedral, con aquellas enormes torres apuntando al cielo pintado de un azul que mis ojos jamás habían visto, chapado en cientos de nubes aperladas que se arremolinaban en todas direcciones. Estoy bien, dije enfadado, pues al parecer nadie se dio cuenta de lo sucedido, me incorpore lentamente, parecía que algo me dolía pero no estaba seguro de que, suspire, pues aunque aun confundido, sentí que había corrido con mucha suerte. Fue cuando escuche la campanada, mire hacia arriba, y te vi, postrada a la orilla del campanario mirando al horizonte, un oscuro pensamiento llego a mi mente mientras una pregunta no dejaba de asolarme ¿qué vas a hacer?, mis dolores desaparecieron al instante, entre a la catedral y corrí al campanario , escalón tras escalón, la campana no dejaba de sonar en mi mente y corazón, un maldito tan tras otro, cuando al fin alcance la cima creí que sería demasiado tarde, pero ahí estabas tú, el sol dibujaba esa figura tuya en claroscuros vivos frente al azul turquesa que pintaba el cielo, jugueteabas a tocar la campana con una vara, mientras sentada en la cornisa mirabas perdida el horizonte, un alivio me invadió cuando tus ojos volvieron a postrarse sobre mí.

Tonta, te dije mientras me acercaba, me asustaste, en silencio me sonreíste, era la primera sonrisa que tus labios me regalaban, tan hermosa como el atardecer purpura que ya se dejaba ver poco a poco en el horizonte. Tu también te acercaste a mí, reposaste en la pared con una mano a tu espalda mientras con la vara resonabas unos débiles tan-tan, tus ojos dibujaron ese dolor ahogado cuando con una suave voz me dijiste, ¿Y entonces?, ¿qué es lo que me harías? No dije nada, te tome entonces de la cintura y te acerque a mí, temblaste entonces, pero antes de que dijeras algo te abrase fuertemente, apretando tu cuerpo contra el mío, tu mirada dibujo otro semblante en ese instante, temerosa volteaste entonces la mirada, tome tu barbilla para que me miraras de nuevo, no te preocupes, murmure, ya todo está bien, acerque tus labios a los míos, te aferraste a mí fuertemente perdidos entonces entre sombras y viejos recuerdos, envueltos en el carmesí atardecer.

Una multitud se arremolinaba en la calle, la ambulancia levantaba mi cuerpo sin vida de la calle, mis ojos vacios miraban hacia ese azul grisáceo tan característico de las ciudades, de esta ciudad jardín, donde al fin, al fin, pude ser feliz.


FIN