El Guardián, El Tonto, Y la Princesa

Pintura: El nacimiento de Venus
Autor: William Bouguereau

Cancion: What a Wonderful World (cover)
Autor: Louis Armstrong, interpretada por Keane.

Cancion: What a Wonderful World (Original)
Autor: Louis Armstrong.

Sean bienvenidos nuevamente a este mi humilde espacio, en esta ocación les presento otro más de mis Poemas-Cuentos ya no sé ni que es ja ja ja ahí ustedes decidan, este lleva por título El Guardián, El Tonto, Y la Princesa, como muchos de mis aportes esta medio fumado pero les aseguro que arrastra mucho trasfondo, recurro de nuevo a la técnica de esconder acertijos en las palabras intentando que el mensaje del mismo sea algo totalmente distinto a lo escrito, bueno según yo ^_^, debo admitir que esta es la continuación del primer poema que escribí en mi vida por lo que igual y muchas cosas están en un código que nada mas yo entiendo, con respecto a ese poema, pues nunca será publicado, porque aparte de malo, está muy personal a diferencia de este, que creo cumple el cometido de entrar en los albores de la letra universal por el echo de poder ser interpretada por cualquiera segun su percepción.

En este caso para engalanar mi post les pongo una obra de William Bouguereau, es una versión diferente del nacimiento de Venus, personalmente me gusta más que el clásico de Sandro Botticelli, tanto en su estilo como en la técnica, no hay una razón en especial del porque al elgi para este post mas alla de que me gusta.

La cancion es una de las mas emblematicas del Jazz, compuesta por el genial Louis Armstrong, aunque su letra podria considerarse simple, me parece a mi fenomenal y a mi en lo personal me mueve muy adentro, les dejo la version de Keane, que sacaron en su disco Little Broken Words, asi como la original interpretada por Luis Armstrong, que es a mi parecer, mil veces mejor que la version de Keane, que aunque tambien es muy buena, le falta el "feeling" que Luis Armstrong transmitia con su voz.

Sin más que decir denle a leer el resto.

El Guardián, El Tonto, Y la Princesa

Una muralla se erige, alta y prepotente, orgullosa de su guardián tan temible combatiente, por eones, postrada al horizonte ha olvidado aquello que con celo protege, orgulloso el guardián sombrío descansa sobre ella, sabiendo que su labor ha sido buena, guardián de su reino, sustenta su juramento en promesas hace mucho conjuradas del dolor y sufrimiento, algo entonces brilla en el firmamento, la muralla late por dentro.


Tú lo sabes guardián, tu labor en tu destierro, la luz no alcanzara aquello que descansa dentro, incluso tú has olvidado el porqué, pero no las consecuencias, sabes que no debes fallar, pobre guardián empeñado en tu labor no te das cuenta de la traición, tus murallas rugen por dentro sedientas de la luz en el firmamento.


La gran muralla cae destronada, el oscuro guardián a muerto, un tonto, libre y desbordante, palpita con un tronar vacilante, la luz lo envuelve, cual niño temeroso huye del abrazo de aquel brillo misterioso, la calidez es suya nuevamente, antes solo en sueños, así cimenta en su consuelo infantil la llegada del mañana.

Un guardián yace abatido, de oscuro mirar su misión aquí a concluido, mil veces mil había jurado proteger su reinado, mil veces mil fue así su fracaso.

Ojo de sol, invasora y soberana, con alas de hierro forjadas en el desconsuelo, fue entonces el universo el resplandor de tu llegada, bienvenida y alabada, bendita eras princesa guerrera, tuya era la luz divina del candor del yugo del joven y la pasión del desquiciado, hoy, yaciendo en la resaca del momento, sea en el desenlace final tu flama ardiente, de fuego abrazador y destructor, tu propia e infinita condena.

Fuerte y brillante, de presencia basta y distante, en tus brazos nacía el manto de las alegrías y en tus ojos la luz de los días, sean tus labios palabra prohibida de promesas incumplidas, envuelta en nostalgia detrás de la sonrisa creciente, sonrisa, que aun guarda en su alma, aquella lágrima por una luz apagada.

Sonríe, cantaba la voz, ahora sabiendo el largo camino que recorriste, sonríe, cantaba la voz a oídos inconformes con el ojo embelesado por el resplandor tibio de la luz desconocida, ahora tan amada y por muchos tan odiada, con rabia entonces la voz fue ordenada callar y el ojo a mirar el fuego que abrazaba la piel del tonto, consumido, con dolor, en medio del silencio.

Fue el pesar de un reino indeseado, de riquezas consumidas, ruinas sombrías y luces vacías, princesa, alzaste el vuelo lejos con pesadas alas de hierro, alto en el firmamento, volaste arrancando sueños que se pierden en el eco dejando atrás solo el desconsuelo.

Ahora sea este el despertar de un sueño que no vivirá, el tonto muerde la tierra y grita su dolor a ella, luz y fuego al horizonte emprenden su vuelo, el tonto al fin despierta, para que las sonrisas no florezcan en llanto, presas de todo lo vano, para convertir el miedo solo en molesto compañero, más nunca líder ni consuelo, buen viaje, susurra el tonto al viento con su último aliento, princesa guerrera, que el destino te lleve a lo que anhelas.

Hoy, a paso firme, regresa el guardián, de oscuro mirar, a paso firme le sonríe al futuro, reconstruye tu muralla, aplaca la flama rezagada, sepulta el último lamento, la ultima voz sofocada, sonríe y ríe, pues tenias razón, detrás de las risas del ingenuo tú lo sabías, sabias que algún día volverías.


Fin.