24 oct 2010

Y NIETZSCHE DIJO: HAGASE EL ANTICRISTO.





Cancion: Somewere over the rainbow
Cover de Israel Kamakawiwoole



Y NIETZSCHE DIJO: HAGASE EL ANTICRISTO.
Manuel Jesrrel Martínez Rivera.

No hace mucho una voz estremeció la comunidad religiosa al afirmar que dios había muerto, esta voz era la de Frederick Nietzsche, quien arremetía impetuosamente ante las ordenanzas de la religión cristiana a las cuales, en el ensayo titulado el anticristo, tildaba de degenerantes. Si bien encontraba   virtudes en algunas otras religiones, como el Budismo, en el caso del cristianismo, postraba la acepción de la misma, como síntoma negativo de una humanidad que se negaba a abrazar su potencial, potencial que era mermado por la pugilística forma de vida basada en un dios que no hacía más que reflejar el estancamiento ideológico e espiritual de las masas. 

El anticristo, si bien a simple vista pareciera ser un tratado ateísta, la verdad es que  está lejos de serlo, la humanidad de Nietzsche no niega su relación con Dios, al contrario liga la acepción de Dios al centro mismo de la humanidad, en su trabajo afirma que los dioses han estado ligados al hombre desde los principios de su historia y que cada que este realiza un avance importante en su evolución, inalterablemente termina destruyendo sus dioses como un paso necesario en su evolución ideológica y moral. Precisamente, la degeneración que tan marcadamente achaca Nietzsche en su trabajo a la religión cristiana, viene del hecho de que  se ha vuelto una ideología cómoda en la que la humanidad se niega a avanzar, estancada ideológicamente, la humanidad tiene como única esperanza asesinar a dios, ya que en su estado actual, el cristianismo exige que sea el hombre el que muera por sustentarlo a él.

Paradójicamente, bajo esta perspectiva, el verdadero asesino de dios no es el ateo, si no el cristianismo mismo, ya que es una ideología que pone en conflicto a la persona con el mundo que lo rodea, le impide disfrutarlo y apreciarlo por lo que es, en imagen de su redentor, enseña el no defenderse ante los males del tirano, no indignarse, no recriminarlos y encima amarlos. 

Si bien encuentro correcto su razonamiento, Nietzsche, a mi parecer, pierde fuerza cuando afirma que tales dogmas degenerantes no son más que el esfuerzo resentido de una raza para fastidiar el mundo, en este caso la judía,  quienes siendo un pueblo que han sufrido incontables vejaciones a la largo de su historia, han reflejado ese resentimiento en cada una de sus filosofías, infectado al mundo con su dolor y culpa, degenerándolo y alejándolo de la humanidad.  Ciertamente el cristianismo se origina dentro de los judíos, pero me parece erróneo afirmar que es una especie de conspiración por parte de ese pueblo desde el hecho que el cristianismo mismo evoluciona independientemente y fuera de control del judaísmo en torno a una figura mesiánica que los mismos judíos no terminan por aceptar.

Nietzsche aborda también un acercamiento al Budismo,  como contraste al cristianismo,  aunque también la tilda de religión decadente por alienar a la persona del mundo que lo rodea,  no deja de hacer nota en las cualidades positivas de muchas de sus filosofías, por cómo son las que más se acercan a la concepción real de la vida y los problemas que rodean a un individuo, dejando de lado una lucha malsana y sufrida contra el concepto de pecado y enfocándose en, precisamente, dejar de sufrir.

Al final, el anticristo como tal, es una obra llena de claro oscuros encontrados entre las tradicionales filosofías cristianas y las del propio Nietzsche, destacado por un apasionado énfasis por parte del autor en su escritura, que en partes, pareciera llegar a perder objetividad por lo mismo. Aun así, no deja de ser un llamado de atención ante el fundamentalismo ideológico de religiones símiles al cristianismo y como su efecto degenera a un nivel primitivo a las sociedades  donde estas religiones se engarzan. Por su parte, y negativamente en la obra de Nietzsche, desborda en ocasiones su desdén ante el cristianismo no sobre la filosofía misma, si no sobre las personas que lo profesan,  desdeñándolas y pintándolas como seres inferiores, sarcásticamente,  Nietzsche quien critica las practicas intolerantes del cristianismo, pinta su propia filosofía de una intolerancia similar, que en mi opinión, no pinta para caminar positivamente a ningún lado.